Hoy estuvimos dando una vuelta por Ribadeo y llegamos al Faro de Isla Pancha. ¡¡Menudo viento que hacía!!, si escogieramos el día no podía ser otro, queda claro. Casi nos lleva al medio del mar.
El Faro de A Pancha entró en servicio en el año 1860 y hasta el año 1947 que se modernizó funcionaba primero con una lámpara de aceite de oliva y luego de petróleo.
La modernidad hizo que entrara en servicio el acetileno y desde 1984 cuenta con una sirena de alcance de 3 millas y el faro nuevo alcanza 21.
Tiene un puente que une la isla de A Pancha de ahí su nombre. El puente hoy es de hormigón pero antiguamente era de madera y hierro.
El faro señaliza la entrada de la ría de Ribadeo que conforma el Eo y comparte Galicia y Asturias.
La isla y el faro conforman en punto de litoral pintoresco que merece la pena ver incluso con mal tiempo.
Y esta Isla no sólo es un lugar de interés para los pescadores o para los amantes del silencio o el paisaje, también lo es para los que gustan de admirar la geología. Los Faros se alzan sobre un emplazamiento en el que las huellas de la actividad interna de la tierra es evidente. Pliegues, fallas, rocas trituradas junto a otras totalmente lijadas que asemejan muros empinados labrados por buenos canteros, configuran un tramo de costa que es exponente de la gama de formas que se encuentran en el recorrido por la costa y los faros.