Esta es una de las fotos que saqué hoy en la Playa de Frexulfe, cuando le llevé la comida al socorrista Mario. Hacía sol y daba gusto ver el mar con ese cabreo de oleaje, el bonito color que tenía el agua.
Lo que sigue es una historia que escribió Mario a principios de año.
""Para comenzar el acto necesito que ella y yo estemos totalmente preparados por ello un buen preámbulo siempre funciona, por eso una ayudita de vaselina nunca viene mal, todo va como la seda, las posiciones han de ser variadas para que el preámbulo pueda conseguir su objetivo. Una vez bien calentito después de un buen preámbulo me dispongo a entrar en la zona húmeda, eso si siempre antes percatándome de que tengo el elemento aislante bien colocado. Este momento es el mas ansiado, incluso en ocasiones el preámbulo se minimiza por el ansia de humedad. Pero una vez dentro las sensaciones merecen realmente la pena, yo la cojo, me pongo encima, luego me caigo hacia abajo, la vuelvo a agarrar con más ímpetu si cabe, ella no se resiste y dócilmente va convirtiendo mis movimientos en sensaciones hermosas y placenteras que me inundan. En ocasiones el acto se detiene, una espuma blanca lo paraliza, pero después de ese instante tan intenso rápidamente vuelve a continuar gracias a mi potencia y a sus movimientos precisos a la vez que cálidos. En estos momentos es cuando nos fundimos para formar un único elemento y la satisfacción es máxima a la vez que redentora.
Al terminar el acto, salir de la zona húmeda y quitar el elemento aislante dejándolo en un recipiente adecuado, siempre la examino a ella para ver si le he hecho algún rasguño en tan agitado acto, por ultimo si lo pide o lo necesita la rascaré donde ella necesite para que este mimada y no me de ningún disgusto en próximas experiencias"".
Esto lo escribió Mario para una clase que ese día era sobre la interpretación de lo que se dice, lo que se hace...en este trabajo Mario, hablaba de la tabla de SURF...pero, ¿qué pensaste, tú?.
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