Ayer 13 de agosto de 2008, estuvimos en las cascadas de Oneta y nos encontramos encima de una roca una bella sirena...
Fue un trozo de tarde muy divertido. Fuimos: Olaya, Mario y yo hasta las cascadas de Oneta, estuvimos en las tres y en el molino.
Ellos se bañaron en la segunda cascada (es un grupo de ellas) al volver de la tercera y última cascada. Decían que estaba fría el agua pero se pasaron como media hora metidos, subiendo y bajando por las distintas rocas.
Yo nunca visitará las otras dos, están muy bien. Parece que te vas adentrando en un mundo que no tiene nada que ver con el resto...se respira aire púro.
Recomiendo la visita a estas cascadas, pasaréis un buen rato en otro mundo, tranquilo, sereno, hermoso...
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