Extraña calabaza que vino dentro de una caja de los calabacines. Terminó colgada en el techo de la cocina de la Mixta, como si fuera el muerdago de la Navidad.
Llevaba dos días ahí colgada cuando me encontré con ella, no hay mucho tiempo para mirar volar las moscas(que no hay), me tocara desayunos y los compañeros hicieron la maniobra sin percatarme...pero aunque dos días más tarde me encontré con ella y como no: una foto.
Sirva esta entrada para comentar que estoy en la Mixta de Gijón, en la cocina; somos un grupo grande de cocineros y ayudantes...una nueva experiencia que me gusta, me encuentro bien con tanta gente, codo a codo.
Después de pasarme diez años al lado de una, ahora somos un grupo. Hay mucho trabajo, pero a la vez hay "vida", intercambio de conocimientos, vivencias, de preocupaciones, de historias,....un mundo que aún yo no había conocido y repito, me gusta.
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