Hace meses que tengo mi blog
abandonado, que no olvidado, las circunstancias de la vida me hicieron dejarlo
de lado. Llevo un tiempo queriendo retomar este lugar online que tanto me
gusta. Y hoy es el día, veremos que escribo, pues lo primero de todo quiero
expresar mis pensamientos, ideas, lo que tengo guardado en mi mente y que no sé
aún por dónde empezar….vamos allá.
Tengo sesenta y un años, en
agosto serán sesenta y dos, ya voy haciéndome mayor, ya estoy en la tercera
edad, jubilada hace un año, y también divorciada hace un año. A mi me vienen
las historias de la vida de dos en dos, con unos días de separación. Celebro
las fechas el mismo día, así tan solo hay una tarta.
La jubilación da tranquilidad,
tiempo, dejar de mirar el reloj, también deja mucho tiempo libre, que si no
sabes en que invertirlo te vuelves sedentario, vago, … gracias a mi forma de
ser tengo muchas cosas entre manos a las que dedicar todo ese tiempo de más,
sin trabajo…música, manualidades, pasear, cafetear, charlar, leer, cocinar,
disfrutar de la familia, pensar, dejar la mente en blanco,….vivir.
Por las navidades me autoregalé
una kalimba, instrumento africano y lo estoy aprendiendo a tocar, ahí va parte
de mi tiempo, creo que este próximo verano voy amenizar las horas de playa dándole
a la lengüeta…jajaja seguro que habrá quién intente ahogar mi pasión por la
música.
También estoy practicando en el
piano varias piezas musicales pues tengo con mi coro dos bodas para este año.
Así que ya voy con varias horas fuera de la vagueza.
Tejí varios patucos para adulto,
que gusto da andar con ellos por el piso notando el suelo bajo los pies. Me
siento distinta, hasta parece que me sirven para ponerme más derecha. También
una puntilla a bolillos para un abanico.
Salgo a caminar todos los días,
aquí hay un paseo marítimo muy hermoso, junto a la ría, por un pinar…si vas con
compañía no paras de hablar y si voy sola, como hice hace un momento, llevo
conmigo mis pensamientos hasta que llega un momento en que se disipa todo y tan
solo contemplo el paisaje. Hoy saqué unas fotos de la zona que después subí a Instagram.
Siempre fue una de mis aficiones, hacer fotos, comencé con dieciocho años y
sigo con ella.
Hasta hace un año también tenía
facebook pero lo eliminé, y no lo echo lo más mínimo de falta. La verdad es que
cada día tengo el móvil más abandonado. Antes llegaba a calentar en mis manos,
ahora está siempre frío. Y sigo pensando que no hace falta pasarse el día
mirando para el. Esa gente que va caminando mirando el móvil, que se toma algo
con otra persona y sigue con el móvil me
parece que nos estamos pasando, haciendo un mundo frío, sin comunicación…me
entendéis…eso que con el móvil hay comunicación….donde esté la comunicación
verbal que se quite la online…perdemos ese “calor” humano que tanta falta nos
hace.
Estoy viviendo con mi madre,
somos compañeras de piso. La verdad pasar a vivir junto a mi madre me llevó
unos meses decidirme, pero no me arrepiento en absoluto. De momento ella es
válida y tenemos nuestro propio tiempo. Este fue un cambio importante en mi
forma de vivir, pues de joven tuve mis más y mis menos con ella. En cambio
ahora “ni pisa ni piso”…la convivencia es totalmente estable.
También comprobé que los humanos
somos muy adaptables. Hay cambios en nuestra vida, forma de llevarla, del
entorno, de situación…y pasado un tiempo ==pasado el duelo== todo se hace
normal, eso que el cambio fue importante. Menos mal, esto es una ventaja
importantísima porque todos o casi todos en algún momento de la vida tiene
cambios más o menos drásticos. Esto lo comento porque dejé mi casa, estoy en un
piso, cambié de gente cercana, de estado civil, de trabajo a jubilación….y a
todo se adapta uno. No comprendo a esas personas que dicen que son incapaces de
cambios, vale!!! Si es un cambio por enfermedad o muerte de algún ser querido
no digo nada, pero si tiene una posible solución…unos meses en duelo y a vivir
que la VIDA SON DOS DIAS.
Voy a ir cerrando esta escritura,
seguiré o no otro día, dando las gracias a mi familia. Tengo unos hermanos que
en todo momento me apoyaron. Y unas amigas que no cambio ni por todo el oro del
mundo. También comprobé las y los que no eran amigos…ellos solos se alejaron.
Así que tengo la suerte de quedarme con los mejores.