El resultado, para mi, bueno...me gusta su sabor. Eso sí seguro que piden estar en una comida especial no entre cucharada y cucharada de caldo de rabizas, su sabor, su elaboración, el trabajo que dan y el resultado final pide situarlas en buena posición en una comida.
Un kilo y medio de castañas me llevó casi tres horas de elaboración, al final me quedaron como 600gramos, unas las perdí al pelarlas, otras rompieron durante la cocción y otras en al sacarlas de la bandeja. El tiempo merece la pena por el resultado final. Lo que menos me gustó fué pelarlas sin romperlas, porque escogí las castañas más gordas y tenían la segunda piel metida en las arrugas.
Os subo la receta por si os animáis.
1 1/2 kilo de castañas grandes
800 gramos de azúcar
1 vaina de vainilla o 4 cucharaditas de azúcar avainillada
1 rama canela
corteza de limón, como de medio limón. Sin lo blanco, que esta parte da mal sabor.
Hacer un pequeño corte con cuidado a las castañas y poner en una olla con agua caliente escaldándolas durante unos 10 minutos. Las pelamos con cuidado de no romperlas, se le quitan las dos pieles.
Prepara el almíbar con 2 litros de agua, el azúcar, la vainilla, la canela y el limón. Cocerlo durante unos 15 minutos a fuego medio.
Añadir las castañas y aflojar el fuego, cocer 15 minutos. Colocar las castañas en bandeja de horno y meter a horno durante 20 minutos, que esté a 125ºC, hasta que estén bien tiernas y dejar enfriar.
Entonces sacar y colocar como deseemos.
Si las dejas en el agua de almíbar durante un día y las metes después al horno quedan más concentradas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario